jueves, junio 22, 2006

la gracia

de las sombras de los hombres
oculta entre la sombra más grande
de los árboles
de los bombillos colgando solos
de aquel traste que nadie usa
se instala en el silencio.

será cuestión de la noche
o mi torpeza para andar en ella
las flores convertidas en memoria:
amarillo, rojo, blanco, rosa
así
en este miedo
parecen más bien un asunto obsceno.

camino hacia el mar
guiándome por su canto y su aliento
Uno
Unico
Indivisible
el mar como dios
también tiene su cementerio

una cerca blanca
sus muertos callados
sus esfinges calladas

y regreso.