los cristales lloran
otras latitudes, otro tiempo
tanta agua afuera
canto continuo cayendo
la hora entrando en la casa
golpeando tejas monte trastes
piedra sin peso ni piso
los salones
sus sillas vacías y sus balcones
aquel jarrón en la esquina con su polvo
¿y qué hay de la ventana?
de madera
blanca o de colores
una que otra flor desordenada
los crujidos breves
tanta fortuna guardada
este suspiro vago
incontable
serpenteando en el silencio
4 Comments:
la casa, sus objetos y el silencio, hablan a su manera, a veces, sólo las poetas tienen oídos para descifrar su lengua.
ellos también te escuchan y quizás te interpretan.
abrazos
Los cristales llora, cuando un alma llora...
Cariños
seguro adentro también llovía...
hermoso espacio para venir a guarecerse.
Chapeau
y que lloren más cristales
en el silencio de tus palabras
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